Desde que hace más de 20 años me inicié en las lides periodísticas, las noticias relacionadas con el sector turismo cierran siempre con la mismo sentencia: “essss necesariooo impulsarrr la industria sin chimeneas y para elloooo otorgaremos –en el caso de que el vocero fuera un funcionario del gobierno- créditos blandos y asíii favorecer el empleoooo y el crecimieeeento de los estaaados con potencial turííístico”. Y el coro de séquitos dice: Aaaaméééénnnnn.
Hasta aquí todo bien, pero en realidad cuántos empleos, cuánto desarrollo y cuánto crecimiento han tenido los estados Mérida, Táchira Trujillo, Miranda, Sucre, Bolívar y por supuesto Nueva Esparta y el montón más del mapa venezolano, catalogados por los gobernantes y los empresarios como “de potencial turístico”, con esos créditos gubernamentales que procuran alentar la industria turística “no contaminante” y cuántos empleados se han convertido en empresarios, y cuántos empresarios se han hecho mas ricos y tiene empresas quebradas. Sólo pasa en Venezuela.
Veamos. Cuando se otorga dinero sin un plan de desarrollo sustentable, es poco probable que los réditos sean los que los ilusos esperan (esperamos). Sin planificación, no hay expansión, no hay crecimiento, no hay desarrollo. Hay estancamiento.
Y eso, es precisamente lo que durante estos 20 años de ejercicio he visto, por eso ya nada me sorprende, es mas, me dan risa los titulares, las noticias que son siempre las mismas; las preguntas de los colegas y las respuestas de los voceros (que por cierto, todas obedecen a un plan, porque ¡ojo!, Ellos Sí Tienen Un Plan.
En el ámbito empresarial, son muchos los invitados y pocos los escogidos. Hasta la década de los 90 siempre fueron los mismos carajos los que tenían oportunidades de créditos, de negocios milmillonarios y de figurar “en lo político, en lo económico y en lo social” como dicen los gobernantes. En la actualidad en la lista de “los mismos carajos” figuran otros –nuevos ellos- y los mismos de antes. ¿Qué tal?
Es por esta razón y por la debilidad de la moneda, los costos de los insumos y las amplias agallas de alguna gente que, de acuerdo con el último informe de Softline Consultores, los créditos al sector turismo de la banca universal y comercial “crecieron durante el cuarto mes del año en Bs.F. 87 millones, equivalentes a 5,66%, para ubicarse en Bs.F 1.632”. (¿Esta claro no?).
“En los últimos 12 meses los créditos al sector turismo se han incrementado en Bs.F.741 millones, que se traducen en un crecimiento de 83,28%”. (Se supone que en relación con el mismo período del año previo, pero apenas vamos en el cuarto mes del año).
Los grandes beneficiados aquí son los bancos y, en segundo lugar los que acceden a los bolívares y los convierten en moneda dura.
Lo que no logro comprender es ¿en qué se invierten estos reales? porque expansión del turismo y de servicios turísticos, no hay. En Caracas no hay camas suficientes, tampoco en Margarita, no hay Centros de Convenciones y mucho menos espacios idóneos para presentar espectáculos, tampoco hay escuelas de turismo, ni fábricas de lencería para los proyectos en construcción. ¿Será que yo no salgo o es que soy mezquina? En todo caso ¡Que viva el turismo social! (y los que le sacan provecho).
Artículo publicado en el diario Sol de Margarita
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