El último reporte del Banco Central de Venezuela (BCV), señala que el sector terciario de la economía, (el comercio) muestra una importante desaceleración en el primer trimestre de 2008: cayó de 20,8% a 5,7% en relación con el mismo período del año pasado.
Parece cosa del demonio pero no es así: la euforia del gasto compulsivo tan de moda en los últimos años sobre todo en los sectores pobres de la población está llegando a su fin. Todo gracias a la presión cambiaria en los mercados y a la inflación que, de enero a abril, fue de 9% y que conduce de manera irremediable a amarrarse las faldas y también los pantalones si no se quiere morir de mengua.
El comportamiento del sector comercio es el primer indicador de que algo está pasando con la economía y con los bolsillo de los consumidores. No es normal que en las vitrinas de las tiendas se exhiban a mitad año carteles anunciando rebajas de 50%en la mercancía. ¿Por qué no hacen lo mismo los supermercados?
Esta manera de captar clientes es no es acorde con la “bonanza”, pues quienes tienen los bolsillo repletos de real no pide descuento y si lo pide es al revés. Presten atención a este diálogo inventado por mi hija al referirse a la manera de comprar de una amiga nuestra a la que el dinero no le falta, tampoco le sobra y sabe gastarlo.
Mi amiga -¡Buenos días!
Vendedora de LV (sonriente) –Buenos días, ¿en qué le puedo servir?
MA- ¿Cuánto cuesta el portafolito este?
VLV- Ah, ese…cinco mil bolívares fuertes, cinco millones de los de antes
MA-¡Hummmm! y no me lo puede dejar en seis mil…
VLV- Ese es el precio señora
MA – Ah, entonces lo compro en NY.
Si bien el anuncio de ofertas “de locura” en las tiendas es una buena manera de captar clientes, la mercancía no saldrá de los estantes a menos que el distraído cliente deje de hacer mercado. En las rebajas muchas veces terminando comprando artículos que no nos hacen falta. Por eso, en época de vacas gordas hay que guardar para la de las vacas flacas.
Encargados y empleados de algunos locales argumentan la lentitud de Cadivi en la entrega de divisas para comprar mercancía y yo repregunto ¿para que quieres comprar más mercancía si no has vendido esta? –Es que hay reponer los inventarios -¿Sin dólares oficiales? Mutis.
Las ventas “flojas” son la clara señal de que algo anda mal –ya lo dije- y de que hay que poner las bardas en remojo. En tiempos de alta inflación, con alza en los valores de los alquileres y servicios básicos, además de la escasez de alimentos y desmejora de la calidad de vida, es importante hacer esfuerzos para compensar la balanza de la economía familiar disminuyendo, en la medida de lo posible, gastos superfluos (comidas en restaurantes, viajes, espectáculos), no acudir al crédito y mucho menos a los prestamistas y reorientando la compra de alimentos. Los tiempos malos también pasan.
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