viernes, 30 de mayo de 2008

¿Es rentable cuidar el ambiente?


El miércoles 14 de mayo los osos polares fueron incluidos en una lista de animales amenazados bajo el Acta de Especies en Peligro de Extinción de EE.UU y no es para menos, debido a que su hábitat de hielo se está derritiendo.
La noticia que corre como pólvora sirve como un llamado de alerta más -a los muchos que el planeta a diario nos lanza- pues antes –mucho antes- de lo esperado las emisiones de gas efecto invernadero provocadas por el hombre y que son las causantes del calentamiento global, están mostrando el terrible daño que hacen.

A Claudio Mendoza, físico computacional y matemático, reconocido en el mundo entero, fue Jefe del Departamento de Física del Ivic, hasta que fue destituido (injustamente, claro) por mostrar en un artículo de opinión en el diario El Nacional lo fácil que es hacer una bomba atómica, lo conocí el año pasado y nuestra primera conversación fue precisamente sobre el tema del recalentamiento global. Fue él, quien en junio de 2007, me dio la terrible noticia de la desaparición de los glaciares de la Sierra Nevada, mi tierra natal. Revelación que no divulgue para no ser tildada de sensacionalista (además no tenía las pruebas en la mano), para que al final hace unos meses fuera desplegada en primera página por el diario Ultimas Noticias, como si no hubiera otra cosa que abrir.

En fin, por lo menos en el mercado de las comunicaciones las noticias del deshielo de las nieves “eternas” o del Ártico (Donde viven los osos polares) y las terribles inundaciones venden periódicos y millones de revistas pero ¿se gana dinero convertirse en un activista de la protección del ambiente?


Expertos consultados afirman que, si bien fabricar productos amigables al ambiente, resulta mucho más costoso que los que depredan el ambiente, la demanda de los primeros crece al mismo ritmo que el hueco en la capa de ozono. En consecuencia, la oferta tiende a ampliarse y los precios a bajar y quienes están (estamos) ocupados en mirar el planeta que le estamos entregando a nuestros hijos, tenemos elementos, o por lo menos jabones, que no contaminan.


Para el científico, caraqueño, miembro del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, Ipcc, de la ONU, que ganó el premio noble de la paz 2008, Juan Carlos Sánchez, a quien entrevisté en julio de 2007, Correo del Avila, Edic. 63, www.correodelavila.com tras enterarme del importante trabajo que hace, “para finales de siglo poblaciones costeras venezolanas desaparecerán bajo las aguas si se mantienen las proyecciones de calentamiento global”.

Si bien ya no hay vuelta atrás, Sánchez da algunos consejos para minimizar los efectos del deshielo. Desde el hogar: al comprar detergentes mirar la etiqueta y decidirse por aquellos que contengan dodecilbenceno sulfonato, pues es el menos contaminante; usar racionalmente la lavadora que, junto con la secadora, es el electrodoméstico mas contaminante; no dejar el chorro de agua abierto al lavarse los dientes o bañarse; incentivar el reciclaje de papel y cartón porque producen gas Metano (CO2).

Lo triste de esto es que, en tanto los gobiernos –el de Venezuela, fundamentalmente- no tomen en serio el terma, los esfuerzos particulares se verán diluidos como el hielo del Ártico. El cambio climático, no es el fin del mundo, pero se le parece bastante.

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