Información inmobiliaria y de negocios, corporativa, eventos, cultura, mercadeo, productos, ocio; empresas y finanzas
lunes, 17 de noviembre de 2008
Criar canes hipoalergénicos
La polémica desatada en EEUU por la búsqueda de un perro para el presidente Barak Obama, me tiene pensando en la posibilidad de convertir en necesidad y, obviamente, en negocio, aquello que para algunos en lugar de ser un placer puede convertirse en un martirio: tener una mascota, básicamente, si se es alérgico o alérgica como Malia, la hija de presidente electo.
En EEUU tener un animal de compañía mas que para verse y sentirse fashion es una necesidad. No ocurre lo mismo en Venezuela. En EEUU donde hay más de 300 millones de almas, paradójicamente se puede estar íngrimo y solo. Por el contrario, en este país donde el calorcito caribeño en lugar de alejarnos (los cuerpos) nos acerca, por lo que es raro que no tengamos un “grupete”.
Así las cosas, si en EEUU tener un animalito en casa es para proporcionarse compañía y dejar de hablar solo, porque no hacer lo mismo en Venezuela, aunque tengamos amigos a montón y nos los llevamos para la playa.
Impulsar la compra (no adopción) o transacción económica de perritos de raza es un negocio antiquísimo que nadie podrá criticar porque además de enriquecer al dueño protege de la extinción a las razas puras.
Lo mejor de todo es que este negocio tiene material: hay mas de 700 razas distintas de canes. Sólo falta escoger cuál perrito criar y dónde, claro está.
La idea es promover la tenencia de canes (que le venderemos, por supuesto) con pelo o sin pelo -como el que la Asociación de perros sin pelo, pretende regalarle a Obama- entre nuestros familiares, amigos y vecinos que tienen muchos amigos o se acaban de divorciar y se llevaron hasta el loro. Eso si, el compromiso es grande: quien adquiere un perro (sea de raza o cacri) debe portarse como un buen padre de familia, no lo pueden dejar morir de hambre y deben llevarlo a ponerle las vacunas.
El perro del Presidente
Como este texto es producto del revuelo causado por Claudia Gálvez, presidenta de la Asociación de amigos de los perros sin pelo de Perú, quien ofreció a Obama un ejemplar como mascota para que pueda complacer a sus hijas y mantener la costumbre milenaria de tener un perro en la Casa Blanca, les cuento:
La oferta de Gálvez, de ser aceptada, significa el triunfo de los canes sobre las alergias (la hija de Obama, Malia es alérgica) y la noticia canina mas importante de los últimos tiempos. Ya no habrá excusa para tener un perro en casa –con excepción de los condominios que lo prohíben- pues el “viringo”, “perro chino” o “perro calato (desnudo)” es hipoalergénico, fácil de limpiar, no bota pelo (obvio), no tiene pulgas, no huele a perro y es pequeño: de 20 cm a 40 cm. El más grande alcanza la módica talla de 50 cm a 65 cm.
Algo más, el pelo sin perro de Perú es la única especie canina de origen prehispánico de Suramérica y según dicen cura enfermedades inflamatorias como asma y reumatismo (hasta medicinal resultó el perrito) y de acuerdo con la Federación Cinológica Internacional (FCI) es un perro primitivo y se le reconoce como raza pura, es decir, la naturaleza los hizo tal como son. ¡Una pelusa!
viernes, 14 de noviembre de 2008
Alquilar accesorios de marcas
El estreno de la película Sex and The City convirtió en millonaria muy rápidamente a una argentina de nombre Ana Alfonzo, quien desde hace algunos años se dedica al negocio de alquiler de carteras y otros accesorios de lujo con relativo éxito y que desde el estreno de la taquillera película su cuenta bancaria subió como la espuma.
La estrategia de Alfonzo fue la introducción del look (bolsos en su mayoría) de las protagonistas de la famosa serie, lo que hizo que sus ventas se elevaran en 60%.
En una entrevista a la agencia EFE, Alfonzo, confiesa que se había equivocado cuando inició su negocio por Internet porque pensó que se dirigiría a quienes no pueden adquirir los productos que alquila, y no es así.
En realidad muchas de las personas que van a su local en Buenos Aires tienen capacidad de comprar los accesorios que arrienda, incluso se los llegan a pedir de otro color, según dijo.
La empresaria que viaja tres o cuatro veces al año para renovar sus stocks bien pudiera ser emulada por una venezolana con iniciativa que se dedique a alquilar trajes y accesorios de marcas famosas y que son tan usados en el país en los últimos 10 años.
Sin embargo, una tienda así en Caracas o Margarita debería ser aprovechada para introducir diseños locales que también son “marcas” y que podrían acercarse al consumidor normal común y corriente por la vía del alquiler o hasta del leasing (alquiler con opción a compra).
Así, sin tener que viajar a New York, Roma o París a buscar lo más reciente del fashion mundial se compraría en tierras venezolanas, margariteñas, andinas, zulianas o caraqueñas, líneas de accesorios y trapos de vanguardia y con mucha clase como las usadas por Dayana Mendoza en el Miss Universo. Una belleza, ella y la ropa.
De vuelta al lujo debo comentar que, eso justamente, es lo que pagan las nuevas ricas venezolanas para lucir a la “altura” en los eventos a los que son invitadas o van de arroceras, para verse y dejarse ver; ataviadas de rojo, con brillantes carteras, kilos de maquillaje y horas de plancha para alisar las “chichas”.
Con tanta peluquería y sala de maquillaje mas bien parecen “Popys” que unas damas encopetadas, cuando es tan bonito ser natural, sin mucho artificio que en lugar de mejorar la belleza en muchas oportunidades hace lucir ridículas o avejentadas a las mujeres.
Una idea más de negocios en tiempo de ¿crisis? El lujo se paga y colgarse una cartera Mario Hernández, LV, Channel o calzarse unos zapatos Gucci o CD, sin tener que comprarlos es una muy buena opción para lucir bellas, elegantes y estar a la moda.
Para quienes estén interesadas en promover este negocio en el país he aquí una lista condensada de lo que no debe faltar en la vitrina: bolsos y carteras, relojes, sombreros, gargantillas y lentes de sol; eso si, de marcas de lujo, si no, no vale la pena, porque de baratijas está llenan las tiendas de los centros comerciales y los tarantines de los buhoneros.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)