viernes, 19 de septiembre de 2008

¿Es la basura un tesoro?


Desde hace unos meses –largos meses- las calles de Caracas y de las principales ciudades del país están repletas de montañas de basura, de maloliente y contaminante basura y ni las autoridades y mucho menos los ciudadanos hacen algo por remediar tan cochina situación.

En una entrevista al presidente-propietario de Fospuca, Néstor Santaella, realizada por mi colega María Belén Alcázares para el semanario Correo del Avila www.correodelavila.com revela que la situación financiera de la empresa –de la cual adquirió el 100% de las acciones en 2006- es deficitaria y que las pérdidas operacionales en 2007 ascienden a Bs.F 16 millones. Es decir, 16 millardos de bolívares de verdad, de los de antes.

Tarifas congeladas desde 2003, vecinos sin conciencia, comerciantes sin escrúpulos y empresas pobres con empresarios ricos, son la norma del tema de la basura en el país. Todos quieren su frente limpio pero nadie hace nada por tenerlo. Es un círculo vicioso y además cochino.

En medio del cambio climático, que amenaza la vida en la Tierra, reciclar los desechos, convertir la basura en energía y miles de opciones mas revientan como cotufas en la cara de los gobernantes y ellos “ni pendientes”.

La basura es la principal generadora del gas más dañino para la capa de ozono: el metano. De ella, de los desechos que no queremos en casa y que lanzamos a la calle o depositamos en un pote de basura, sale el gas que está acabando con el mundo. ¿No les parece que es buen momento para dejar de quejarse y convertirse en protectores del entorno y por extensión del mundo, sensibilizando a sus hijos y presionando a los gobernantes?

Pero lo peor de todo no es la basura esparcida en la calle, ni la convivencia con moscas de ojos verdes, es la incompetencia del gobierno nacional, de las alcaldías y de los dueños de las empresas recolectoras que en conocimiento de sus estados financieros se quedaron calladitos esperando auxilio del gobierno para seguir viviendo.

Mientras tanto, pobres y ricos, que igualito sacan basura de la casa, deben sortear las bolsas, los containers y los zamuros en los porches del rancho o la quinta. Menudo aporte al cambio climático.

Si bien Venezuela no aporta gran cantidad de CO2 –tampoco somos de los más ricos- al desastre del clima, todo lo que los ciudadanos podamos hacer a favor de preservar el ambiente y con ello la vida, será bien recibido.