viernes, 13 de julio de 2007

Relojes de seis horas




Más de 600 millones de trabajadores o 22% de la fuerza laboral mundial, tienen jornadas de duración “excesiva”, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El informe sobre las tendencias laborales en 50 países, muestra que la agencia de Naciones Unidas dijo que los avances hacia una semana laboral de un máximo de 48 horas aún eran disparejos, casi 100 años después de que se acordó ese estándar. ¡Insólito! Puesto que trabajar 48 horas a la semana o más representa jornadas de más de nueve horas por día.


¿Quién en su sano juicio, a menos que sea chino, puede trabajar más de nueve horas diarias? La respuesta es: muchas, muchísimas personas y lo peor, con salarios infames, lo que provoca que se trabajen horas extras o se tengan dos trabajos.
La investigación determinó que (50,9 %) de los peruanos trabajan más de 48 horas por semana, los surcoreanos (49,5%), los tailandeses (46,7%) y los paquistaníes (44,4%). En los países “desarrollados”, donde la jornada laboral generalmente es más corta, el 25,7% de los británicos trabaja más de 48 horas, secundados por los israelíes (25,5%%), los australianos (20,4%), los suizos (19,2%) y los estadounidenses (18,1%).
No se tienen datos sobre la situación en América Latina y menos de Venezuela, sin embargo está en discusión parlamentaria la reducción de la jornada laboral para los trabajadores ocupados de manera formal. Los informales, los buhoneros, los taxistas, las amas de casa, quienes trabajan por cuenta propia, terminan haciendo jornadas de hasta 14 horas diarias en vista de que no tienen un reloj que les avise cuando es el momento de parar. Mientras allá fuerza, trabajan.

Levántate y camina

Tampoco tienen control de su tiempo quienes sentados frente al computador, pasan horas y horas redactando, leyendo informes, haciendo cuadros, diseñando y fundamentalmente buscando información y entretenimiento en internet. La verdad, pensándolo bien, muchas personas que aparentemente están trabajando lo que están haciendo es perdiendo el tiempo o calentando la silla frente al computador de una empresa. Entonces, ¿cómo hacemos?

Pero para aquellos que de verdad trabajan, que le echan pierna y cerebro, la reducción de la jornada laboral merece un empujón solidario.
En este sentido, además de la propuesta del Gobierno de bajar las horas en que se permanece atado al trabajo bien sea para aumentar las nóminas o para dar a la gente la oportunidad de VIVIR, es buenos saber que alrededor del mundo se está luchando por lo mismo.

La OIT señala que los beneficios de estar menos tiempo en el trabajo son una mejor salud de los empleados y una mejor vida familiar. Además, se reduce la posibilidad de accidentes laborales y, en algunos casos, incrementa la productividad de los trabajadores. ¿Alguna otra razón para apoyar la moción y empezar a fabricar relojes de seis horas?







Artículo publicado en el diario El Sol de Margarita, Venezuela




lunes, 9 de julio de 2007

Monederos para Bs.F.

El 1º. De enero de 2008 comenzará a circular la nueva moneda nacional: el Bolívar Fuerte (Bs.F.) el cambio de denominación que obedece a una decisión del Ejecutivo para dar la impresión de que todo está más barato, es más bien una medida “retro” porque nos devuelve a la superada época de pagar con puyas y lochas: sí señores, ahora tendremos los bolsillos y las carteras repletos de monedas que por supuesto pesan lo suyo.

Así que, preparen sus carteras porque habrá mucho sencillo. Las nuevas especies monetarias venezolanas son:

En monedas: Bs.F.1 (un bolívar fuerte); Bs.F.0.50 (cincuenta céntimos); Bs.F.0,25 (veinticinco céntimos); Bs.F.0.125 (doce céntimos y medio); Bs.F.0,10 (diez céntimos); Bs.F.0,05 (cinco céntimos); Bs.F.0,01 (un céntimo).

En billetes: el de más alta denominación será de Bs.F.100 (cien bolívares fuertes); Bs.F.50 (cincuenta bolívares fuertes); Bs.F.20 (veinte bolívares fuertes); Bs.F.10 (diez bolívares fuertes); Bs.F.5 (cinco bolívares fuertes); Bs.F.2 (dos bolívares fuertes). Ojo no valen los “tinoquitos”, ni las puyas, las lochas, los medios, ni los reales que tenemos guardados desde hace años. El BCV hará emisiones nuevas.

En vista de esto no está de más sacar la máquina de coser y ponerse a elaborar una serie de monederos en variedad de diseños y colores para cargas las fulanas monedas en orden y no tenerlas desparramadas en casa sección de la cartera. Las mujeres estaríamos felices con una colección de cada color para combinar con la marusa y la sombra de los ojos.

Para los caballeros, versiones en negro y marrón les sentarían muy bien. Del tamaño adecuado para los bolsillos de las chaquetas o del pantalón les quedarán mejor que un bolso de fique terciao debajo del flux o una bolsa amarrada al cinto.

No por nada, el Banco Central de Venezuela emitió instrucciones a los comerciantes del país para que a partir del 1º. de octubre muestren el valor del bien tanto en bolívares actuales (Bs.) como en bolívar fuerte (Bs.F.). La medida fue acatada antes de lo establecido y ya en tiendas de centros comerciales se ensayan habladores y etiquetas en las que se pueden apreciar los precios de las prendas o artículos con el precio actual y su equivalencia en “bolívar fuerte”.

La operación es sencilla: sólo hay que dividir 1.000 (quitar tres ceros) al precio actual para saber cuál es su valor en Bs.F. Es decir, si una pieza cuesta Bs.70.800 su equivalente en Bs.F. 70,80.

Al entrar en vigencia el nuevo bolívar fuerte, durante un período de transición de seis meses aproximadamente, circulará junto con los actuales bolívares. En cuanto al nombre, una vez que los billetes y monedas metálicas hayan dejado de circular y el público se haya “familiarizado” con la nueva unidad se volverá a utilizar únicamente la denominación “bolívar”. ¡Así que a preparar los monederos!

Este texto corresponde a mí columna semana del Sol de Margarita,
Negocios en la Mira